lunes, 14 de mayo de 2018

Nos despedimos

Llega el momento de despedirse y hacer balance del curso realizado, para ello el siguiente esquema sintetiza lo aprendido:



Sin duda alguna éste ha sido un curso muy enriquecedor, que me ha aportado mucho y me ha ayudado a mejorar mi práctica educativa.



Los 3 aspectos que más me han gustado son:


  • Poder compartir experiencias entre todas las compañeras y compañeros, ya que he encontrado nuevas ideas y mucho material para poner en práctica en el aula. 
  • Contenido muy útil, con documentación teórica, estrategias, herramientas y recursos didácticos para mejorar mi día a día en la escuela.
  • Poder tener comunicación y retroalimentación con la tutora 
Un aspecto a mejorar: 

  • El excesivo tiempo empleado para manejar las diferentes herramientas digitales, por el desconocimiento y la poca habilidad con las mismas. 

lunes, 7 de mayo de 2018

Mapa conceptual

Los mapas conceptuales, esquemas, resúmenes... es decir el apoyo visual es un gran recurso para todo el alumnado en general y más aun para el alumnado con TEA, ya que favorece su atención y facilita su estudio. 
Con el mapa conceptual en concreto, podemos trabajar cualquier tema y sobre todo su fin último, que es sintetizarlo. Ayuda al alumnado a estructurar los contenidos trabajados, a resumir lecturas y cuentos, a conocer los conocimientos que tienen sobre la temática. 

El documento que a continuación expongo, está diseñado para una clase de Educación Infantil (3 años) donde se encuentra un alumno con TEA; pero como sabemos ayuda a todo el alumnado de  la clase. Está compuesto por imágenes, ya que proporcionan una información concreta y llega antes que lo escrito; además es más acorde por la edad de los niños y niñas. Hemos estado trabajando con el proyecto de las partes del cuerpo y este es el resumen:



Adaptación de instrucciones y enunciados

A la hora de seleccionar el texto y las imágenes de los materiales que usamos para trabajar las distintas áreas es muy importante utilizar un lenguaje sencillo y directo, con vocabulario de uso habitual, evitando contenidos abstractos. Las frases deben ser cortas, incluyendo una sola idea en cada frase. En los cuentos narrados debemos utilizar imágenes que representen lo que expresa. 

Para nuestro alumnado con TEA es fundamental, ya que el lenguaje tanto oral como escrito les resulta muy difícil de comprender, por lo que es nuestra labor hacérselo comprensible y facilitar su día a día. En muchas ocasiones sucede que el alumnado con TEA no consigue realizar las actividades y por consiguiente no logra alcanzar los objetivos propuestos como la resolución de un problema o la adquisición de vocabulario. No porque no sepa hacer la actividad o no tenga los conocimientos necesarios sino porque no entiende lo que se le pide en la tarea. Este problema se soluciona adaptando los enunciados, añadiéndoles contenido visual.


En el caso del alumno con el que trabajamos (3 años), cada vez que la tutora explicaba la actividad y la repartía, él lo que hacia era rayar la ficha sin saber lo que tenia que hacer. No entiende ni el lenguaje verbal ni el escrito. De modo que lo que estamos haciendo, además de servirle de guía en el trabajo, a través del moldeamiento es añadir apoyos visuales en las fichas. Para empezar son apoyos muy sencillos, pero que están sirviendo para su comprensión. Un ejemplo es el siguiente:



Otro problema que surge en el aula con este alumno, es que cuando se lee un cuento, mientras los demás niños y niñas disfrutan de la lectura, él no presta atención, el lenguaje oral no le resulta atractivo. De modo que nuestra función es hacer accesible el cuento a su canal preferente que es el visual. A continuación muestro un ejemplo:





Otro ejemplo de cuento, que con este niño todavía no hemos puesto en práctica porque estamos introduciendo poco a poco los pictogramas, es el siguiente:



Introducir estos apoyos visuales, aunque sean muy sencillos están ayudando a nuestro alumno con TEA a comprender mejor las actividades y los cuentos, además al resto del alumnado les gusta mucho y también les ayuda. Dado que este año me encuentro en un centro de Educación Infantil, donde no hay libros de textos, sino que los materiales los realizan las tutoras y las especialistas las adaptamos, este es el tipo de actividades que os puedo mostrar. En otros cursos más avanzados los enunciados y las actividades requieren otro tipo de adaptaciones, siempre teniendo en cuenta las características y las necesidades de nuestro alumnado. 


domingo, 6 de mayo de 2018

Análisis y selección de herramientas

Una vez que hemos reflexionado sobre las actuaciones que debemos llevar a cabo como docentes para favorecer el máximo desarrollo de nuestro alumnado, dentro siempre de un marco de escuela inclusiva; es el momento de llevarlas a cabo. 
Para ello, en primer lugar debemos analizar las destrezas que necesita adquirir nuestro alumno con TEA (escolarizado en el primer nivel de Educación Infantil) en colaboración con la tutora, el resto de profesionales implicados y la familia. Las principales áreas a trabajar son los prerrequisitos del aprendizaje, la comunicación, las emociones, las habilidades sociales y el juego simbólico.
Pero para conseguir estas destrezas debemos realizar cambios en el aula destinados a una mejor estructuración del espacio de la misma, que la haga predecible, mejorando tanto su autonomía como su atención y participación. 

Es necesario seleccionar una metodología que respete las características y necesidades del alumno y contribuya a alcanzar estos objetivos previstos. La metodología más apropiada para el alumnado TEA esta basada en el programa TEACCH, ya que su objetivo es lograr una adaptación más efectiva a su entorno, ayudando al alumno a entender situaciones, generalizándolas y a reducir los problemas de conducta. 
Se basa en la enseñanza estructurada, en la que se organiza el aula y se adapten los estilos de aprendizaje y las actividades a las necesidades del niño, creando ambientes predecible y anticipables. 
Es muy importante que exista una organización temporal, dándole al niño la posibilidad de moverse en el espacio de forma predecible, ayudándolo a autorregularse. Así, se marcara una rutina y se aprovechará para realizar cambios. Utilizando las agendas para planificar actividades a realizar (tanto el cuando, donde y el orden las mismas). Al igual que se utilizarán calendarios para anticipar los acontecimientos más importantes. 
También es muy interesante organizar el aula por rincones de aprendizaje (juego, relajación, trabajo...). En el caso de este último, proporciona una rutina de aprendizaje, un tiempo interpersonal maestro/a-alumno, que fomenta la relación positiva. Una estructura para evaluar las habilidades, los intereses, trabajar los objetivos de comunicación e interacción, el desarrollo de habilidades y capacidad, además del trabajo autónomo. 
Dependiendo de las destrezas que se vayan a trabajar, nos posicionaremos de una u otra forma. Por ejemplo, para fomentar la comunicación e interacción nos situamos cara a cara. Para trabajos más complejos que requieren de ayudas físicas, nos situamos al lado del niño y en otras ocasiones detrás para favorecer la autonomía pero pudiendo intervenir cuando sea necesario. 
En todo momento se fomentará la enseñanza en entornos naturales y mediante juegos, utilizando el moldeamiento de la conducta, reforzando las aproximaciones sucesivas a la conducta de juego. 

Para fomentar el trabajo en equipo, se repartirán las tareas y a través de proyectos para que cada uno de los alumnos y alumnas aprenda que tiene una responsabilidad. A nuestro alumno con TEA le haremos ayudante, repartiendo los materiales, contando los compañeros/as, aprovechando siempre la enseñanza incidental trabajando en todos los contextos posibles. En el recreo introduciremos al niño en los juegos, podremos realizar moldeamiento al principio y proporcionarle unas pautas básicas de comportamiento. En el rincón de la clase destinado al juego trabajamos el juego simbólico, simulando que vamos al supermercado, que cocinamos, jugar con los coches, con la cocina...hay muchas maneras de trabajar el juego simbólico a la vez que trabajamos el juego compartido, ya que los demás niños/as también pueden guiar la acción del niño con TEA y incitar la imitación.

En cuanto al área de las emociones la podemos trabajar a través de la atribución causal. Para ello, utilizamos un gradiente de emociones. Por ejemplo para medir lo contento que está se presentan 3 grados (poco, contento, muy contento). Al igual que se le presenta al niño un termómetro de emociones en el cual debe identificar las suyas propias y la de los demás, por lo que aprovecharemos cualquier situación (asamblea, recreo, riñas o peleas) para ir al termómetro y comprobar en que emoción están los compañeros/as o él mismo. Como complemento se pueden usar técnicas de relajación, así además trabajaremos el autocontrol. 

Paralelamente, la autonomía del alumno con TEA irá progresando pero para ello deberemos enseñarle a pedir ayuda, a través de los pictogramas, dándole información por adelantado de los cambios que se puedan producir, a través de secuencias de tareas, moldeamiento y encadenamiento hacia atrás.

A continuación adjunto un resumen para ver con más facilidad las destrezas a adquirir y las herramientas que debemos poner en marcha para ello.

Hecho con Padlet

Todas estas actuaciones están dando resultados positivos. Al finalizar el curso realizaremos una evaluación de los avances que el alumno con TEA ha conseguido. En función de los resultados, seguiremos con la metodología y los cambios que hemos realizado en el aula y modificaremos las actuaciones que no están funcionando.

viernes, 4 de mayo de 2018

Aprendizajes escolares: Debate

Comenzamos un nuevo bloque, los aprendizajes escolares; y para ello en primer lugar debemos reflexionar, debatir, sobre las actuaciones que llevamos a cabo como docentes para favorecer el máximo desarrollo de nuestro alumnado. A raíz de la lectura de los artículos ("Una escuela para Juan" de Arbea y Tamarit y "Modelos Educativos para una vida de calidad" de Tamarit), además de otros documentos y guías, he sacado las siguientes conclusiones.

Es evidente que a lo largo del tiempo siempre han existido personas con distintas capacidades, con estilos de aprendizaje diferentes y que la respuesta que la sociedad ha ofrecido ha respondido a las características socioculturales de la época. El camino recorrido hasta llegar al momento actual ha sido largo y no exento de dificultades. Han tenido que cambiar leyes, actitudes y modos para que la educación especial se convirtiera en educación y posteriormente llegara a formar parte del sistema educativo. A continuación llegó la normalización, que supuso un cambio de actitudes hacia la discapacidad, se cuestionaron mitos y redujeron temores, pero este principio quedo atrás. Además supone cuestionarse que es lo "normal", ¿debemos adaptar al niño o niña con discapacidad a esa normalidad? En la actualidad, el reto ya no es simplemente integrar a los alumnos y alumnas con discapacidad en el sistema educativo ordinario, sino que es ofrecer una educación inclusiva donde se brinde a todo el alumnado las mismas oportunidades educativas y las ayudas necesarias para su desarrollo personal y social. Únicamente de este modo se garantiza la equidad y la calidad de la educación, principios básicos recogidos en la LOE-LOMCE.

La educación inclusiva exige cambiar estructuras organizativas y prácticas educativas que lleven la inclusión dentro de nuestras escuelas, transformándolas en lugares donde aprendamos juntos. Todo niño o niña es capaz de construir desarrollo por bajo nivel de competencia adaptativa que tenga, con los apoyos adecuados. Pero los docentes, en ocasiones, también debemos pararnos y dejar que el propio alumnado sea quien nos indique el camino. Habitualmente tendemos a estandarizar apoyos y crear rutinas (sobre todo en alumnado TEA) y no damos oportunidad al niño/a de tomar la iniciativa y tener en cuenta sus deseos e intereses, ya que la persona está por encima de su patología y cada niño/a es diferente. Bien es cierto, siguiendo en el caso de alumnado TEA, que existen unas áreas que debemos de enseñar de manera directa (autonomía, emociones, comunicación, HHSS, contenidos funcionales, uso de la comunidad, ocio, autorregulación), pero como guías y siempre en continua reflexión y cambio. 

En resumen, incluir es acoger la diferencia, no solo aceptarla. Supone fijarse en las capacidades de todo el alumnado para desarrollarlas en el aula, por lo que el alumno o alumna con discapacidad está presente en el aula siempre que sea posible, participando y progresando con todos sus compañeros/as. Para el profesorado supone trabajar de forma cooperativa y compartir liderazgo, supone ajustarse a las necesidades e intereses individuales de todo el alumnado, acomodándose a las necesidades de un alumnado en concreto. 
Pero, para lograr una escuela inclusiva se necesita el apoyo de toda la comunidad. Es necesario el establecimiento de unos canales de comunicación entre la familia y el centro educativo que favorezcan la conjunción de intereses y actuaciones educativas que, desde el ámbito familiar y escolar, inciden sobre el alumnado.

Para terminar, adjunto los siguientes enlaces: 

Convención de los derechos de las personas con discapacidad

Guía para asegurar la inclusión educativa y la equidad en educación 

http://rededuvir.com/2017/01/reflexion-etica-sobre-la-inclusion-en-la-escuela/

Reflexión ética sobre la inclusión en la escuela 

http://www.educadua.es/doc/dua/dua_pautas_intro_cv.pdf
Diseño universal para el aprendizaje 

sábado, 21 de abril de 2018

Familias: contrato

Como ya sabemos la colaboración y coordinación con la familia para una correcta intervención con el alumnado TEA y todo el alumnado en general. Cuando estamos enseñando una nueva conducta o habilidad lo deseable es que se generalicen a otros contexto. El contexto más importante es el contexto familiar, por ello debemos elaborar un contrato con la familia para conseguir una conducta que supone más esfuerzo para el alumno y es necesario trabajar de forma sistemática en casa. 

En este caso con el alumno TEA que vamos a trabajar, necesita desarrollar un interés social por otros niños y niñas, que aumenten sus interacciones sociales, y realmente disfrute del juego. 
Para ello, nos reunimos con su familia, les mostramos nuestra preocupación y están de acuerdo con nosotras, además de estar ya actuando al respecto. Con mucha frecuencia acuden al parque, a ludotecas, y espacios donde haya niños/as, pero son la madre y el padre quienes juegan con él, no hay una interacción con los demás niños/as. En ocasiones son ellos quienes fuerzan las relaciones pero no han obtenido resultados. De modo que vamos a realizar un contrato para instaurar en el niño la conducta. Como en el colegio ya estamos trabajando y reforzando esa conducta, realizaremos un mural visual para que lo utilicen en casa. Los reforzadores también serán diferentes de los que utilizamos en clase, y lo más conveniente es que lo escoja el niño, en negociación con su familia, que sean gratificantes para el niño y verdaderamente actúen como reforzadores (ésto se lo recalcaremos a la familia ya que es esencial). 

Tras la reunión con la familia y su colaboración realizamos el siguiente mural:

Hecho con Padlet


Estas son las conductas que la familia reforzará e intentará que el niño realice, pero deberán comenzar por las conductas que están seguros que el niño va a realizar y después ir incrementando la dificultad. El premio que han elegido la familia es la tablet, ya que el niño tiene especial motivación-obsesión y saben que es muy buen reforzador, pero hemos decidido que pueden ir cambiando el reforzador paulatinamente.
Este mural no será el que enseñen al niño en un primer momento, ya que deben elegir una conducta por contrato para que el niño lo comprenda y porque debemos de asegurar el éxito del principio. Cuando haya realizado varios contratos, este mural ya lo podrá comprender y sabrá que realizando cualquiera de esas conductas obtendrá la recompensa. Pero hasta el momento iremos poco a poco introduciendo las conductas de en una, la que ha decidido la familia que es la primera es la siguiente:





Los resultados en las primeras semanas de aplicación aunque lentamente están siendo positivos, una vez que se le introduce en el juego con otros niños y niñas disfruta con ello, aunque la duración sea mínima es un paso muy grande. Tanto en el colegio como en casa se ha incrementado el contacto con otros niños/as, tanto el contacto visual como corporal (anteriormente inexistente), en la asamblea les saluda dándoles la mano todos los días y la familia también favorece en el contexto social esa conducta, que salude y diga adiós. Nos relata la familia que cuando en un parque no hay niños/as no quiere ir. 
El niño está motivado, cada noche en casa apuntan en el contrato si ha realizado la conducta y consigue la recompensa. Para que en el colegio también le reforcemos por ello, la familia nos lo trasmite a través del cuaderno de comunicación. 

Conductas positivas

En ocasiones, como docentes, nos centramos más en extinguir conductas disruptivas en nuestro alumnado que en fomentar y reforzar las conductas positivas. Si nos paramos a pensar a lo largo del día, se dan más conductas positivas que negativas y está demostrado que cuando reforzamos positivamente una conducta siempre tiende a incrementarse. Más si cabe en el alumnado TEA, cuando encontramos el refuerzo adecuado conociendo sus intereses y motivaciones. Es muy importante proporcionarles consecuencias contingentes y claras a su conducta, ya que lo comprenden mejor. 

Por ello, pensando en mi alumno con TEA que está en un aula de infantil (3 años) y en el resto de compañeros/as que se benefician también de esta propuesta, la tutora y yo vamos a llevar a cabo una actividad para incrementar las conductas positivas en el aula. 
Para ello en la asamblea hemos estado hablando sobre que cosas hacemos muy bien y otras cosas que hacemos mal o que no hacemos en el cole. Éstas últimas hemos pensando en lo contrario y nos han salido las siguientes conductas positivas: 



De todas ellas hemos elegido tres, que además de ser las que mas favorecen al alumno TEA, y puede llegar a cumplir, facilitan su inclusión y sirven a la vez a todo el resto del alumnado. Son:

 - Permanecer sentado/a en la asamblea
 - Pedir ayuda, permiso
 - Jugamos juntos/as en el patio

Estas conductas se colgarán en la clase al lado del horario, rutinas y panel de comunicación, en un mural con pictogramas de la conducta, los días de la semana y una cara sonriente si se han realizado. Si no realizan la conducta no se colocará nada. Al finalizar la semana contaremos las conductas positivas (las caritas sonrientes) y si hemos realizado un total de 10 conductas adecuadas obtendremos un premio (juguete preferido, juego en el ordenador, pegatina).


Lógicamente las primeras semanas se darán menos conductas positivas, pero a través del refuerzo positivo y de los premios establecidos se irán incrementando. Además con la propia autoevaluación y la motivación del alumnado irán aumentando y se esforzarán por ganar el mayor número de caritas sonrientes. Con nuestro alumno TEA debemos esperar un poco más para ver resultados positivos y flexibilizar los premios, de forma que se motive y entienda la causa y consecuencia de la conducta positiva. En cuanto vea la conexión, se motivará y se esforzará por conseguir la conducta.